Elizalde y Van Rysselberghe revelan detalles del acuerdo para decidir sobre nueva Constitución
La presidenta de la UDI reconoció que el cambio de postura de su sector se dio luego de ver en "riesgo la institucional del país" por los hechos violentos, anunciando desde ya que rechazará la idea de una nueva Carta Magna aunque de todas formas votará por el mecanismo.
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Un documento de dos páginas, con 12 puntos y con las firmas de once agrupaciones políticas -con excepción del Partido Comunista- es hoy el símbolo de un antes y un después en Chile. Tras intensos días de conversaciones, a las 2.25 de la madrugada de este viernes los timoneles de los partidos políticos -tanto de la oposición como del oficialismo- anunciaron en el exCongreso en Santiago un acuerdo histórico que denominaron "Por la paz social y la nueva Constitución" para reemplazar la actual Carta Magna que está vigente desde 1981.
¿Cuál fue la trastienda del acuerdo y el detalle de las decisiones que tendrán que tomar los chilenos en este proceso? Esta mañana, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, y el timonel del Partido Socialista, el senador Álvaro Elizalde, desmenuzaron en conversación con T13 Radio el escrito que selló el puntapié inicial de un proceso constitucional y cómo se logró a pesar de la resistencia del oficialismo.
El primer paso se realizará con un plebiscito en abril de 2020 donde se resolverá dos interrogantes. La primera de ellas es ¿Quiere usted una Nueva Constitución? que estará acompañada de la opción de "apruebo" o "rechazo". Los parlamentarios revelaron que incluso debatieron en torno al concepto que se utilizaría en las alternativas de respuestas, inclinándose por un término neutro que no fuese relacionado o confundido con el plebiscito nacional de 1988.
La segunda interrogante es ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución? con la opción de elegir por la convención constitucional o la convención mixta constitucional. Es decir, 100% electos en el primer caso, y en el segundo la representación del 50% por elección popular y otro 50% de representación del Congreso.
En este punto, en caso de marcar la opción de rechazo, se asume la legitimidad de la actual Constitución. Asimismo, también se podrá optar por el órgano de preferencia para redactar la nueva carta fundamental. Es decir, incluso el que vota por rechazar la iniciativa, puede votar por el mecanismo. "Hay un grupo importante que se va a expresar y que tiene que ser respetado y dirá qué nos parece bien. También tiene que estar esa opinión cuando se redacte la Constitución", dice van Rysselberghe.
Elizalde explicó que el acuerdo se traduce en una reforma constitucional y que el plebiscito se realizará igual que todos los plebiscitos. La presidenta de la UDI aclaró que "la norma general se aprueba con 2/3 y luego en particular también por 2/3. El contenido también tiene que ser votado por 2/3. Nos tenemos que poner de acuerdo en el contenido y después del desarrollo particular".
¿Cómo se elegirán los integrantes de estos órganos? Toda autoridad que quiera competir, al momento de inscribirse, tiene que renunciar a su cargo. Los parlamentaron explicaron que quienes se presenten a la constituyente no podrán ser parlamentarios después, ya que quedarán inhabilitados por un año desde que termina su tarea como constituyente.
En octubre se votarían por quienes integran, junto con la elección municipal, el órgano constituyente. Las personas escogidas incluso podrían recibir un ingreso módico, sin precisar rangos.
Elizalde dijo que, sin ánimo de incidir en la opción de la ciudadanía, la complejidad del sistema mixto es que se aplican normas actuales, pero con criterio de proporcionalidad porque se tiene que elegir el 50%. "Ahí habrá un equipo técnico que tiene que formular una propuesta", dijo.
¿Se pensó en el voto obligatorio para el plebiscito? Van Rysselberghe señala que no, porque "ese debate se tiene que hacer con más profundidad". Sin embargo, destaca que sí será obligatorio el plebiscito de salida.
La UDI se inclina por el rechazo
Van Rysselberghe reconoció que el cambio de postura de las últimas horas al negarse al diálogo mientras existiera violencia en las calles a sentarse en la mesa sin esa condición nació a partir de las señales preocupantes que vieron en la seguidilla de movilizaciones y el propio llamado del Presidente Sebastián Piñera por la paz social.
"Para nosotros era extremadamente preocupante lo que estaba pasando en el país. No fueron básicamente las manifestaciones de la mayoría de la gente sino que vimos en riesgo la institucionalidad del país", puntualizó la parlamentaria, aludiendo a la violencia que fue en aumento en las ciudadades del país. La presidenta de la UDI afirma que "lo que corresponde ahora es avanzar rápido en las otras demandas. No podemos responder a una demanda social solamente con respuestas políticas".
El presidente del PS dijo que este acuerdo era "impensado": "Quiero reconocer el cambio de postura independientemente de nuestras diferencias. La diferencia de las propuestas de la mañana a la tarde fue sideral".
Los parlamentarios ya definieron sus preferencias. Elizalde dejó en claro que apostará por una Nueva Constitución y por una convención institucional para que ésta sea "100% de elección popular". Mientras, la timonel de la UDI sinceró que hará campaña por rechazar la idea de una nueva Carta Magna, pero aseguró que votará por la convención mixta.
Consultados por si participarán en los órganos que se proponen, van Rysselberghe aseguró que se mantendrá en el Congreso, mientras Elizalde sostuvo que hará campaña por su opción y que la posibilidad de integrarse a estas instancias no está en sus planes.
Elizalde indicó que lo expresado en las calles da cuenta de un malestar generalizado por el abuso y por un sistema político que no ha canalizado esas demandas. "La Constitución actual ha sido la camisa de fuerza para impulsar iniciativas anti abuso. Aquí se puede hacer la diferencia. El voto ciudadano será decisivo", dijo.
Mientras, van Rysselberghe advirtió que se debe considerar que esto también puede generar frustración posterior. "La gente puede pensar que se van a mejorar las pensiones con la Constitución. Parte de la urgencia de sacar esto era la violencia de las calles, pero también la incertidumbre. La incertidumbre puede destruir un país desde el punto de vista económico", indicó, agregando que "ya los escuchamos y la muestra la dimos en la madrugada". "Pido que nos dejen trabajar para seguir avanzando", enfatizó.